En un nuevo aniversario del conflicto bélico por las Islas Malvinas, el periodista Gonzalo Sánchez habla de su investigación sobre un grupo de pilotos civiles que, en plena Guerra con Gran Bretaña, transportaron armas desde Sudáfrica y Medio Oriente. Una misión ultrasecreta comandada por el Gobierno militar de la que se desconocían todos los detalles y que hoy sale la luz en 'Malvinas: los vuelos secretos', el último libro del periodista.“Obtener una primicia a 30 años de Malvinas me movilizaba fuertemente” asegura.
En diálogo con El Envión, Gonzalo Sánchez se refirió al origen de la investigación que inició a fines del 2011 y reconoció que “me pasó lo que cualquier periodista quiere que le suceda: que un contacto te llame y te diga ‘Mira acá hay unos tipos que tienen una historia y nunca la contaron, pero parece ser potente.”
Sánchez explicó que de la operación bélica participaron un total de 50 civiles pero sólo 7 comandantes decidieron dar su testimonio para reconstruir la historia. “Fue una operación que, en lugar de hacerse con aviones de la Fuerza Aérea, prefirieron hacerla con aviones de Aerolíneas Argentinas, y para eso se convoca a los pilotos aerocomerciales que en ese momento volaban en la compañía. Eran hombres comunes y un buen día se vieron involucrados en una operación ultrasecreta” comentó.
“Ellos cruzaban el Océano Atlántico en plena Guerra con Gran Bretaña y en un mundo bipolar con sistemas de inteligencia muy aceitados, pero en ese entonces hubiera sido un costo político muy grande para Margaret Thatcher derribar a un vuelo de aviación civil” explicó.
Para Sánchez, “hubo un pacto de silencio espontáneo” entre los pilotos, que explica por qué se mantuvieron en silencio hasta hoy. “En 1990 les dieron un diploma de Guerra pero entonces nadie preguntó nada” recalcó.
El periodista recordó que apenas los militares argentinos recuperan las Islas en 1982, Bretaña y EE.UU. le imponen al país un bloqueo armamentístico, prohibiendo a las Naciones occidentales que le vendan armas a la Argentina. En ese contexto “el mismo 2 de abril se pone en marcha una operación secreta para abastecer de armas a Argentina durante la Guerra, provenientes de tres países de distinto signo político: Israel, Libia y Sudáfrica” explicó.
Para Sánchez, el bloqueo armamentístico “asfixia al Gobierno militar que debe claudicar ante cualquier tipo de ideología y debe salir a buscar armas donde sea.”
De esa manera se explican los vuelos a Libia y la compra de armas al entonces ascendente Muamar Kadafi, quien empezaba a emerger “como un líder tercermundista” ya que “colaboraba con cualquier país que estuviera enfrentado con alguna potencia mundial.”
Paradójicamente, detrás de las armas que ofrecía Kadafi a la Dictadura estaba la Unión Soviética. “Las armas que utilizaban y ofrecían los libios eran armas soviéticas y esto era una manera de que la Unión Soviética participara en este conflicto tan lejano.”
Otro de los detalles más curiosos al que arriba Sánchez en su investigación es que esta operación militar entre Libia y Argentina se concreta a partir de la amistad entre un obispo íntimo de Galtieri y un teólogo tucumano con contactos en la Universidad de Trípoli. “De esta manera a la Dictadura argentina le llega la oferta de Kadafi de proveer armas para la Guerra” confirma el periodista.
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