Este lunes, Marcelo Saín, diputado bonaerense de Nuevo Encuentro, en vivo en El Envión. Un análisis sobre el estado de situación en materia de seguridad pública, la interna entre Berni y Garré y todo lo que dejó el conflicto con Prefectura y Gendarmería.
En diálogo
con Leonardo Mindez y Maria Helena
Ripetta, el ex viceministro de Seguridad Bonaerense se refirió a la crisis que
atraviesan las políticas de seguridad ante el crecimiento del delito y apuntó a
la falta de estadísticas oficiales.
“Este es uno
de los vacíos más grandes de la actual gestión ministerial. En una gestión que
entra con una fuerte ínfula reformista – hoy después de un año y medio de
gestión de Garré queda demostrado que no es tan reformista – uno de los grandes
vacíos es la ausencia de un observatorio nacional de violencia y delito, que
permita contar los muertos, los heridos, las víctimas de los delitos” señaló.
Para Saín
las estadísticas son claves a la hora de pensar en políticas públicas de
seguridad. “Si el propio Estado no cuenta muertos, si el propio Estado no
cuenta delitos y opera en el vacío, denota la cuota de ausencia de políticas de
seguridad pública. Evidentemente no hay condiciones de poder gestionar
estratégicamente el tema.”
En tal
sentido subrayó que “la crisis de Gendarmería y Prefectura muestra que la
conducción política no sabe qué es lo que pasa en las fuerzas. Entonces, no hay
diagnóstico sobre el delito y tampoco hay diagnóstico institucional sobre los
elementos con que el Estado cuenta para poder gestionar el problema.”
El
especialista, que colaboró con Nilda Garré durante todo el año pasado, aseguró que
en varios aspectos la gestión de la ministra es “notable”, pero advirtió que
“no ha avanzado en las reformas institucionales necesarias a las que nos hemos
comprometido aquellos que somos aliados del Gobierno.”
En tal
sentido, el diputado bonaerense del bloque Nuevo Encuentro aseguró: “Apoyamos
al Gobierno, lo que no significa que en materia de seguridad pública no demos
cuenta de este conjunto de deudas pendientes. Yo no puedo ser crítico de la gestión
política de Santa Fe o de la gestión de Scioli y al mismo tiempo medir con un
doble estándar las gestiones propias”.
En ese
sentido consideró que, de un tiempo a esta parte, el Gobierno nacional “ha
tomado la decisión de no llevar adelante políticas serias en materia de
seguridad pública. Y estoy absolutamente seguro de que el problema es que la Presidenta no está bien
asesorada en la materia. A la
Presidenta no le llevan una agenda reformista.”
Para Saín
aunque la primera mandataria “ha demostrado ser una persona que cuando le
formulan cosas serias va para adelante como nadie” el problema es que “a veces
no tiene buenos colaboradores.”
Además, se
refirió a la interna entre Nilda Garré y el Secretario de Seguridad, Sergio
Berni, y la imagen de doble conducción que da el Ministerio ante la opinión
pública, pero sobre todo ante las fuerzas. “Si no hay un criterio unificado en
un Ministerio de Seguridad no podes proclamar la conducción política de las
fuerzas, porque las fuerzas que resisten a esa conducción, cuando ven brechas
en la dirección política, aprovechan para ganar márgenes de autonomía” explicó.
“La
conducción política de las policías no requiere solamente de voluntad y
discurso sino de una estructura de
gestión” dijo, y agregó “no alcanza con cuatro muchachitos de universidad o que
provengan de alguna organización de derechos humanos para poder construir
conducción política sobre instituciones que tienen más de 100 años.”
Sin
embargo, destacó la incorporación de Sergio Berni como un actor importante del
Ministerio ya que su rol ha mejorado la resolución de conflictos en la vía
pública. “Lo que hace es dar gestión en la calle a los temas de seguridad
pública, algo que antes el Ministerio no tenía. Y ha cumplido largamente con ese
rol. Él mismo reconoce que no es un experto en el tema y que en realidad es un
cuadro de gestión del kirchnerismo, que hace lo que le piden” dijo.
Por último
señaló la necesidad de que la tensión entre el secretario de Seguridad y la Ministra Garré
pueda sintetizarse bajo la conducción clara de una sola figura al frente de la
cartera. “Me parece que en algún momento eso se tiene que resolver, o con la
primacía de uno o con la primacía de otro. Esta suerte de dualidad en la
conducción política es muy dañina para los designios de la democracia, que es
que la política conduzca a las instituciones policiales y no al revés” expresó.
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